Cuando las rocas hablen, cuando las aguas...
Cuando las rocas hablen, cuando las aguas dejen de correr, en ese preciso instante te dejaré de querer.
Cuando las rocas hablen, cuando las aguas dejen de correr, en ese preciso instante te dejaré de querer.
¡En el firmamento están celosas las estrellas, porque en la tierra tú eres la más bella!
Baila en mi boca la canción de los mil besos, muévete al son de los sentimientos y no dejes de mirarme con esos ojos que derriten cada trozo de mi corazón.
Apenas te vi, se me derritieron los helados.
¡Bomboncito, jamás olvido lo que ven mis ojos ni menos esos hermosos labios rojos!
¡Quién fuera sombra para estar siempre a tú lado!
Qué esta pasando en el cielo, que los ángeles andan en la tierra...
Si tu belleza fuera enfermedad, vida mía, no habría remedio.
Si tus ojos siguen brillando de esa manera, el sol habrá de buscarse otra galaxia.
Para lo que no hay remedio es inútil cavilar; para que yo no te quiera me tendrían que matar.
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